Si te importa la seguridad de tu cámara digital, te recomiendo que consideres comprar esta correa para el hombro. Para empezar, siempre he pensado que las correas originales son las mejores, pero tras una mala experiencia, te aseguro que no siempre es así... Esta de K&F Concept viene en una preciosa caja Premium, en color dorado y plateado. Me impresionó de inmediato su grosor de 3 cm, además de permitir ajustar la longitud de 100 a 160 cm. Con un peso de 130 gramos, soporta hasta 36 kilogramos, una carga imposible de alcanzar con cualquier combinación de cámara réflex y teleobjetivo. Puedo usarla de tres maneras: la clásica en el cuello, en diagonal desde el hombro hacia el lado opuesto y directamente en el hombro. La correa está hecha de 100 % nailon con polímeros sintéticos, prácticamente el mismo material que los cinturones de seguridad de los coches... ¡y lo he dicho todo! Los GANCHOS son de METAL, de 3 mm de grosor, y no de plástico como los de las correas de hombro estándar. Están recubiertos de cuero de calidad con doble costura. Además, la mayoría de las correas de hombro originales no se desenganchan fácilmente, así que imagínense la incomodidad cada vez que tengo que conectar la réflex al trípode (o monópode). Tanto es así que, la mayoría de las veces, es mejor dejarlas enganchadas a la cámara, colgando y molestando. Esta, en cambio, cuenta con dos cómodas HEBILLAS que permiten una liberación rápida. Están hechas de nailon Stealth, un material resistente e irrompible. Se desenganchan en 3 pasos y con ambas manos, así que pueden estar tranquilos: es imposible que se suelten accidentalmente (en mi vídeo intenté tirar de él repetidamente). Finalmente, el cordón que se fija a las presillas de la cámara está recubierto de 3 capas, cada una de un color diferente. Siempre es recomendable comprobar su estado de desgaste y el color. La parte exterior es NEGRA, lo que indica su excelente estado de mantenimiento; la segunda capa interna es AMARILLA, lo que indica riesgo de rotura; y la última capa interna es ROJA, lo que indica la rotura inminente de la correa. En conclusión, puedo decir que la elección de la correa es muy personal; esta ciertamente cuesta bastante, pero gracias a la oportunidad que se me brindó, puedo asegurar que no tuve problemas al realizar pruebas de resistencia. Prácticamente la tiré, la aplasté y la maltraté de todas las maneras posibles antes de confiarla a mis cámaras réflex de trabajo, ambas combinadas con dos objetivos (serie L) de considerable peso. La probé tanto en la Canon 5D con 24-70 f/2.8 como en la gigantesca Canon 1D + 70-200 f/2.8 "blanca". Si conoce los modelos y pesos de estos equipos, puede estar seguro de que cualquier cámara réflex (más el objetivo) se puede confiar a esta correa. Aunque sí encontré un DEFECTO... pero solo si decidimos usar la correa de hombro de la manera clásica, es decir, en el CUELLO. Desafortunadamente,Como no tiene un forro suave, después de unos minutos puede pesar en el cuello, sobre todo si se usa equipo pesado. Así que solo hay que cambiar de posición a menudo, quizás moviéndola al hombro. Una pena, porque con muy poco esfuerzo se convirtió en la bandolera perfecta para mis necesidades. Si la encuentras en oferta, quizás con un cupón, ¡resulta ser una buena oferta!