Las baterías causan una buena impresión. Son agradables al tacto y la carcasa no es tan pegajosa como la de otras baterías de terceros. Se cargan en su propia base de carga, que funciona mediante USB-C o Micro. Ambas baterías pueden funcionar simultáneamente. En la prueba, una batería de mi R10 dura una buena hora y 15 minutos con una grabación de 4K a 25 fps. Mis baterías Canon originales no alcanzan estos valores, pero también son un poco más antiguas y solo tienen 1040 mAh. Las baterías Canon duran poco más de una hora. Es importante recordar que las baterías K&F, como todas las baterías de terceros, no tienen indicador de estado de carga en la cámara. Si quieres este lujo, tendrás que usar las baterías Canon. Con las K&F (y otras baterías de terceros), el indicador de estado permanece lleno hasta que la cámara simplemente se apaga. Entonces, la batería también se descarga, por supuesto. Estoy contento con este juego de baterías. Simplemente porque el estuche es mucho más estable que mis antiguas baterías de terceros. La base de carga también parece de buena calidad. Como alternativa económica (en comparación con las baterías Canon), sin duda merece la pena considerarla. La única desventaja es la ausencia de la pantalla de estado de la batería, como ya se mencionó.