Suelo usar un filtro en cada objetivo, ya que me gusta la fotografía en general y el automovilismo en particular, así que la protección que ofrece un filtro nunca viene mal, además de mejorar el contraste y los reflejos. Como siempre en K&F, la presentación del 10, una caja de cartón plateado completamente serigrafiada dentro de una caja rígida de PVC, protege perfectamente el producto. Dentro de la caja encontramos el filtro, una tapa protectora, una correa de sujeción para la tapa y una gamuza de microfibra desechable. En cuanto al filtro, dos cosas me llamaron la atención: lo fino que es el marco y su excelente construcción para ser de la gama baja de la marca. Una vez instalado, el filtro es invaluable al ver las fotos gracias a su calidad óptica; incluso como buen filtro UV, suprime ciertos destellos y aclara ligeramente el vaho, algo que se agradece. En cuanto a la construcción, su marco metálico con dos zonas onduladas, además de enroscarse perfectamente en el objetivo, gracias a las ondulaciones, es muy cómodo de poner y quitar. En cuanto a un producto K&F, no esperaba decepcionarme, aunque no estamos ante un producto de gama alta del fabricante, pero como siempre, mis expectativas mejoran. La funda adicional con correa ajustable me parece muy cómoda y es una buena idea incluirla, así como un paño de limpieza para la primera colocación del filtro.