Un filtro que no necesita presentación, de excelente calidad de construcción, se adapta perfectamente al diseño de la Fujifilm, en mi caso una Fujifilm x100v plateada. El filtro se presenta de forma profesional en su caja, con gráficos preciosos y una estética impecable, anunciando la pequeña joya que encontraremos en su interior. Filtro UV de primera calidad, los detalles se alinean perfectamente con la cámara, el mismo tono de color, la misma textura de agarre, crea magia, no arruina la estética de nuestra querida Fuji; de hecho, la hace aún más profesional. Las fotos que produce son igual de profesionales, incluso con el filtro montado. Encontramos mayor nitidez, mejor contraste y menor destello (una opción estilística que suelo buscar, pero me cuesta un poco quitar el filtro); los colores son brillantes y equilibrados. Además, el filtro protege el objetivo del polvo y los arañazos, ¡lo cual no está nada mal! Las inscripciones que rodean el filtro también son muy bonitas, delicadas y no voluminosas. El filtro se monta simplemente atornillándolo al objetivo Fujifilm, tras retirar el anillo original que cubre la rosca. Usé la caja de filtros para colocar el anillo original. La parte frontal del filtro es magnética y permite añadir filtros de 52 mm (siempre de la misma marca, si se desea) para crear efectos especiales según el filtro que se monte. La tapa original encaja perfectamente en el filtro, que es como si no estuviera. Claramente, tiene un mayor grosor y el objetivo sobresale un poco más, pero sigue siendo súper compacto, una característica esencial de la Fujifilm de esta mágica serie. En resumen, me quedé sin palabras. Un filtro de calidad digno de ser montado en la Fujifilm, que realza su diseño y ayuda a conservar el objetivo a lo largo del tiempo, que, como sabemos, no es intercambiable.