La presentación de la serie Nano-X es muy atractiva. Viene en un bonito estuche (creo que de polipiel) con cierre magnético y correa para extraer el filtro. Se siente bien construida y luce bien. Parece ser igual a la serie K, más económica, con un estuche más elegante y más revestimientos en el cristal. No soy lo suficientemente experto como para notar una gran diferencia en cuanto a calidad fotográfica, y no me interesa especialmente comprobar las propiedades oleofóbicas, ¡jaja! Si este filtro resiste las huellas dactilares por arte de magia, la diferencia de precio merece la pena. Si no, para mí no lo merece. Aspectos a tener en cuenta: No conviene dejarlo puesto en el objetivo. No se pueden montar filtros adicionales en la parte frontal (solo en la trasera). La tapa del objetivo no se mantiene fijada en la parte frontal porque el borde frontal no tiene el mismo tamaño, y, por supuesto, este filtro no incluye el suyo propio. La perilla de ajuste, por supuesto, impedirá el uso de un parasol. El polarizador y el filtro ND variable funcionan juntos. Por eso, primero debes ajustar el ND donde quieras y luego el polarizador. La perilla de ajuste se atornilla para fijar el ND en su lugar y ajustar el polarizador, lo cual es un buen detalle, algo que al principio no me di cuenta.