Pensé en probar esta mochila para cámara K&F, ya que viajamos mucho y siempre estoy buscando opciones que me permitan llevar mi equipo básico para fotografía, drones y filmación de videos. He tenido una buena experiencia con los filtros y otros accesorios de K&F, y es interesante ver que se están diversificando en la fabricación de mochilas para cámaras. Creo que hicieron su tarea. Con 25 litros, es lo que yo llamaría una unidad de tamaño mediano. La cubierta está hecha de nailon gris de buena calidad, que proporciona un cierto grado de resistencia al agua por sí solo. También viene con una cubierta impermeable que puede cubrir toda la mochila para hacerla completamente impermeable. Lo que diferencia a esta mochila de algunos de sus competidores. Por un lado, la parte posterior de la mochila tiene una carcasa rígida integrada en el forro, de modo que si te apoyas contra una pared de roca, el contenido está mejor protegido que en algunas mochilas para cámaras. En mi experiencia, esto es una verdadera preocupación, porque cuando voy de excursión a un destino, me detengo para descansar y me recuesto contra una pared de ladrillo o piedra. Asimismo, no es raro dejar la mochila temporalmente en el suelo y dejarla caer sobre la espalda. El interior de la mochila contiene los divisores habituales que permiten organizar y proteger el equipo. Prácticamente una cámara réflex digital o sin espejo de tamaño completo con hasta tres objetivos, o quizás un dron en lugar de un objetivo. También incluye una funda protectora para mi MacBook Pro de 16 pulgadas. Tiene correas en la parte inferior para sujetar un trípode pequeño. Para mí, 25 litros es un buen tamaño para una mochila que llevaría al campo en lugar de una que usaría para llevar todo mi equipo en un viaje largo. Recomendada.