Claro, extendido en toda su altura en exteriores, este no es el lugar más resistente para montar una cámara. Si se le da un respiro fuerte, la cámara se moverá un poco. Pero para fotografía comercial, este trípode se ha convertido en una pieza fundamental de mi equipo inmobiliario. Llevo años usando la serie Manfrotto XPRO, y este trípode eleva el listón de la funcionalidad gracias a la posibilidad de invertir la columna central y disparar con estabilidad hasta el suelo, e incluso por debajo si necesitas disparar en un agujero. Sigo usando mis pesados ​​trípodes X-PRO de aluminio para los días ventosos o cuando llevo objetivos enormes y pesados ​​como el Sigma 150-600 mm; pero en interiores y exteriores con aire en calma, he estado fotografiando casi exclusivamente con este trípode durante la semana y media que llevo desde que lo recibí, y me encanta. Si me falla en algún momento, lo actualizaré. Si K&F fabricara una versión más robusta de este modelo, intentaría ser el primero en pedirla. Patas de doble grosor y cierres más robustos, además de un alcance de 2,4 metros y disparos a ras de suelo, dejarían en ridículo a la línea Manfrotto.