Este no es el primer producto que pruebo de K&F Concept, y estoy empezando a conocerlos bien, y cada vez es un producto sólido. No es un equipo profesional de gama alta, pero para aficionados exigentes, la relación calidad-precio suele ser excelente. Nunca me han decepcionado, y este filtro lo confirma. Buscaba un filtro UV que protegiera mi objetivo (Olympus Pro 40-150 mm f/2,8 montado en un OM SYSTEM Om-1 Mark II) y no afectara la calidad de imagen, y este me sorprendió gratamente. Lo compré a 62 mm para un zoom que uso mucho en exteriores, y sin duda cumple su función. En primer lugar, la calidad de construcción es impecable. El marco es de aluminio, ligero pero resistente, y el anillo se atornilla sin forzarlo. El cristal parece de buena calidad y el revestimiento funciona. Es un nanorrevestimiento que se supone que repele el agua y las huellas dactilares, y limita los reflejos. Y en la práctica, funciona: sin halos feos ni destellos extraños, incluso con una fuente de luz algo directa. Comparé el filtro con y sin él en varias fotos al aire libre y no noté pérdida de nitidez ni contraste. La curva de reflectancia (que se ve en la ficha del producto) lo confirma: más del 99 % de la luz lo atraviesa, por lo que prácticamente no hay pérdida en el resultado final, incluso en 4K o con sensores exigentes. El filtro también se anuncia como resistente a arañazos e impactos, con una dureza de cristal de 9H. Bueno, no voy a hacerme el probador que intenta rayar su producto, pero ya ha sobrevivido al transporte sin funda, en mi bolsa de cámara, sin una sola marca, lo cual es una muy buena señal. En resumen, es una excelente opción si quieres proteger tu objetivo sin comprometer la calidad de tus fotos. No hace falta ser un profesional para apreciarlo, y evita que se dañe un objetivo que cuesta varios cientos de euros. Claro, cuesta un poco más que un filtro básico, pero aquí estás pagando por una calidad óptica real, y se nota.