Nada más sacarlo de la caja, este trípode K&F Concept lucía increíble. Tanto la calidad de construcción como los materiales son impresionantes, con características muy bien pensadas. Supera con creces a mi Manfrotto MK294KIT, el trípode principal que usaba para grabar mis reseñas de video. Además, es muy ligero, con alrededor de 1,8 kg. Si estás en exteriores, cada gramo cuenta. La cantidad de articulación y personalización es simplemente asombrosa, pudiendo configurarse en cualquier ángulo imaginable para tu toma. Los collares y perillas de bloqueo son seguros y muy fáciles de girar. Todas las articulaciones tienen juntas de goma para que no se suelten. La columna central se puede quitar y usar como monópode, lo que lo hace ultraportátil y versátil para tomas en exteriores. Mi única queja es que la placa de montaje es algo incómoda de quitar y volver a colocar. Lo que me gusta del Manfrotto es su resorte de liberación rápida. En este caso, con este trípode K&F, solo tienes que girar un tornillo de mariposa y deslizar la placa para colocarla o quitarla. El soporte es universal y se puede usar con cualquier dispositivo con orificio, incluyendo cámaras infantiles y soportes para celulares. También echo de menos las asas. Estas ofrecen mejor control y un ajuste más preciso. Por último, viene con un práctico estuche de transporte con correa para el hombro. La cremallera es sencilla y se abre como una bolsa de lona (por arriba), a diferencia de mi estuche Manfrotto, que es un fastidio.