Esta no es una cámara astronómica, sino una cámara a color de uso general, alimentada por batería y con estabilización de imagen. Se comunica con tu smartphone o tablet por wifi. Saqué a relucir un refractor barato de 102 mm que había rescatado de la basura, fijé la cámara en su ocular y enfoqué rápidamente un molino de viento falso a cinco kilómetros de distancia. También intenté fotografiar directamente al reflejo del sol en el océano desde un ángulo bajo y la cámara no parpadeó (como yo); el control automático de ganancia lo absorbió sin problema. Eso sí, el telescopio hizo que las cosas parecieran cercanas, no la cámara; solo reemplaza tu ojo. Esto es bueno porque significa que puedes sujetarlo a cualquier cosa por la que mires, como una mira telescópica o un microscopio, o incluso apuntarlo por la ventana. La configuración es un poco complicada, pero si has conectado una cámara con su propio punto de acceso wifi, será facilísimo. Selecciona el punto de acceso wifi de la cámara en la configuración de la cámara y luego usa la aplicación. En resumen, si te gustan las cosas interesantes, esto vale la pena.