EMBALAJE En una caja de cartón, dentro de una bolsa semitransparente, encontramos una mochila para guardar, proteger y transportar equipo fotográfico. También se incluyen placas de papel con indicaciones específicas sobre el contenido en italiano. MATERIALES Y USO La clásica mochila hecha de nailon, forro de fibra de poliéster y acolchado protector para el contenido, especialmente con una capacidad máxima de 25 litros y dimensiones medianas (30 x 20 x 45 cm), incluye un asa superior de goma suave antideslizante, un par de correas de hombro acolchadas y ajustables, con una correa y hebilla con fijación rápida en el abdomen, anillas metálicas y bandas de nailon para sujetar diversos instrumentos para un transporte seguro. Las superficies de las correas de hombro y el respaldo, además de estar acolchadas para mayor comodidad, también están cubiertas con una malla antideslizante transpirable y duradera. También dispone de seis compartimentos principales, incluyendo dos pequeños bolsillos laterales, dos grandes bolsillos centrales y dos medianos con un exterior rígido especialmente protector. Estos compartimentos contienen divisores acolchados con cierres desmontables personalizables (velcro/antiarañazos), bolsillos interiores grandes y pequeños (para tarjetas de memoria) con bordes de lona elástica, bandas elásticas con cierre desmontable (velcro/antiarañazos), hebillas de plástico para una fijación rápida, cremalleras metálicas lisas y robustas, cordones y un cordón que refuerza la seguridad contra posibles derrames accidentales de instrumental dentro del compartimento. Diseñada para albergar y proteger diversos equipos fotográficos, portátiles de hasta 16 pulgadas, pero también ropa y mucho más, para sesiones de fotos o excursiones. Finalmente, incluye una correa trasera para sujetarla a un carrito, una correa de doble fondo con presillas metálicas para sujetar un trípode o sábanas que se deben enrollar previamente, y una funda de nailon con borde elástico para una rápida cobertura externa de la mochila en caso de lluvia intensa. En el día a día, resulta bastante cómoda por su capacidad y distribución del espacio, y se puede usar en muchas otras situaciones, sin exceder el peso total, especialmente si se lleva del asa. La considero ideal para fotógrafos aficionados cansados ​​de las típicas bandoleras. Según la etiqueta del asa, la mochila no se puede lavar, blanquear ni planchar, sino que debe mantenerse seca, protegida de la exposición prolongada a la luz solar y, si es necesario, limpiarse únicamente con un paño suave y agua. En general, está fabricada con materiales resistentes que ofrecen buena durabilidad e impermeabilidad, que se pueden mejorar aún más con la funda de nailon. La calidad percibida de los materiales es buena, gracias a las costuras resistentes y precisas, y a las cremalleras resistentes, deslizantes y antiatasco que permiten abrir rápida y ampliamente los diferentes compartimentos y bolsillos, que considero suficientemente espaciosos y funcionales para este uso. CONCLUSIONES: Espaciosa, protectora, con numerosos separadores personalizables y protección contra la lluvia, una alternativa válida a las bandoleras. Espero que mi experiencia te sea útil a la hora de elegir.