El trípode tiene una buena base, con enganches de clip. No uso cierres giratorios, ya que son más sensibles a la suciedad o la arena en la rosca. Tiene un buen tamaño: no es precisamente compacto; en la posición de trabajo normal, plegado, resulta un poco grande, con sus 55 cm, en mochilas pequeñas. Pero incluso sin la columna central desplegada, alcanza una altura de trabajo de 1,38 m, lo cual es fantástico. El cabezal del trípode está bien; las placas Arca Swiss encajan perfectamente. En la práctica, cuando no hay viento, puedo trabajar sin problemas con cámaras DSLR Fuji; incluso pude usar mi Nikon D7500. Este es el tamaño máximo en cuanto a peso; para cámaras grandes de fotograma completo se necesitan trípodes más pesados. Cuando no hay viento, incluso puedo usar una Fuji con un teleobjetivo pequeño sin que las fotos salgan borrosas. Con poco viento, también lo uso para grabar vídeos. La calidad es muy buena para su precio. Claro que no puedo comparar la calidad y durabilidad con mi pesado Manfrotto, pero cuesta casi 300 euros incluso con una rótula grande. Y, sobre todo en caminatas largas, no quiero cargar con el pesado trípode. Estoy muy satisfecho con el trípode; creo que la relación calidad-precio es excelente.