Como fotógrafo y cineasta que viaja con frecuencia, encontrar un trípode que logre el equilibrio perfecto entre portabilidad y rendimiento siempre ha sido un desafío. Este trípode de fibra de carbono superó mis expectativas en casi todos los aspectos. Es increíblemente ligero —tan pequeño y ligero que puedo llevarlo en el equipaje de mano sin preocuparme por los límites de peso de las aerolíneas— pero a la vez lo suficientemente resistente como para soportar con seguridad mi equipo de cámara sin espejo con un objetivo de cine y un monitor conectados. El cabezal fluido es suave y responde rápidamente, lo que lo convierte en un placer para trabajar en video. He filmado entrevistas, paisajes y material adicional en tres países con este trípode, y el movimiento horizontal y vertical son siempre fluidos, sin las sacudidas que se obtienen con cabezales más económicos. También me encanta el rango de altura: es lo suficientemente alto para entrevistas de pie, y la columna central reversible me permite ser creativo con tomas desde ángulos bajos cuando es necesario. Puntos extra por su conversión en monópode, lo cual me resultó muy útil en rodajes de documentales con mucha actividad, donde no tuve tiempo (ni espacio) para montar el trípode completo. Las patas de goma con opciones de púas, las patas con cierre giratorio y los soportes para accesorios son detalles bien pensados ​​que demuestran que fue diseñado pensando en los profesionales. Si viajas a menudo y buscas un trípode realmente fiable que no te pese, este es la opción perfecta.